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sábado, diciembre 31, 2011
jueves, diciembre 15, 2011
¿De dónde viene la Navidad? (BBC)
"Holly berries"
La Navidad, palabra derivada del latín nativitaso nacimiento, es una de las principales fiestas cristianas que marca el nacimiento de Jesús de Nazareth.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo nació Jesucristo pero se cree que en la Edad Media los líderes de la Iglesia cristiana, inspirados en los evangelios de San Mateo y San Lucas, fijaron la fecha con el fin de sus fieles se alejaran de las celebraciones paganas, en este caso, vinculadas al solsticio de invierno.
Pero todos los adornos a esta fiesta se desarrollaron con el tiempo y BBC Mundo quiso explorar esas historias.
La primera Navidad
Documentos históricos señalan que la primera Navidad celebrada en América Latina tuvo lugar el 25 de diciembre de 1492.
La celebración se realizó en "La Hispaniola", la isla que actualmente conforman Haití y República Dominicana, poco después de que los europeos descubrieran que existía América.
De acuerdo con la historia, Cristóbal Colón realizaba un reconocimiento del área cuando la carabela "Santa María" registró problemas.
Ante este obstáculo y con la ayuda de indígenas, se puso a salvo la carga que traían los conquistadores y con la madera de la carabela se procedió a construir un fortín. Allí se quedaron 39 hombres, parte de la tripulación, según relata la autora Virigina Nylander Ebinger en el libro "Aguinaldos, costumbres navideñas, música y comida de los países de habla hispana en América".
El fuerte se terminó de construir el 25 de diciembre y en consecuencia Colón lo llamó "La Navidad", día en el que los españoles celebraron esta fecha religiosa por vez primera en suelo americano.
En conversación con BBC Mundo, la profesora de Filología Hispánica de la Universidad de Alicante Beatriz Aracil señala que la primera navidad propiamente americana de la que se tiene registro fue en 1526. Fray Pedro de Gante le escribió al Rey Carlos V sobre esta celebración con los indígenas en México, territorio que entonces se conocía como la Nueva España.
El misionero franciscano -tras dedicar buen tiempo a aprender y asimilar la lengua (Nahuatl)y las costumbres indígenas- le describe al monarca cómo introduce la Navidad dentro del proceso de evangelización. Así, detalla cómo había transformado las costumbres indígenas en ritos cristianos.
Fray Pedro de Gante le escribe a Carlos V y le cuenta que mantuvo la música de los cantos indígenas pero les cambió la letra y describe cómo compuso versos solemnes en honor a Dios.
Además, las mantas que llevaban los indígenas mexicanos las pintó con temas alusivos a la Navidad e incorporó a los más pequeños: disfrazó a los niños indígenas de ángeles para que cantaran en Nochebuena villancicos, señala Aracil.
Árbol de Navidad
La tradición del árbol de Navidad tiene raíces germánicas pero son diversos los orígenes que se le atribuyen.
Algunos historiadores ubican bases iniciales del árbol de Navidad entre los años 680 y el 754, cuando San Bonifacio -quien daba un sermón a druidas- cortó un árbol que simbolizaba el denominado árbol del Universo, sagrado por los paganos, y en su lugar plantó un abeto que adornó con manzanas y velas como símbolo del amor de Dios.
Entre las diferentes versiones, otros apuntan a que fue en el siglo XVI cuando los cristianos en Alemania comenzaron a decorar árboles con luces en sus casas y que el reformador Martín Lutero fue el primero en poner en su hogar un árbol de Navidad.
El árbol de Navidad -como lo conocemos en la actualidad- llegó primero a Finlandia a principios del siglo XIX. En Inglaterra en la década de 1840, el castillo de Windsor exhibió el primer árbol navideño.
En Estados Unidos, ilustraciones del árbol y la familia real británica fueron adaptadas. Se le eliminó la corona a la reina y el bigote al príncipe Alberto para que la escena luciera como una familia estadounidense reunida alrededor del árbol de Navidad. Esa ilustración es considerada la primera imagen influyente de un árbol de Navidad en Estados Unidos. Registros apuntan a que en 1870 se inició esta costumbre en España.
Algunos historiadores señalan que en 1864, Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota llegaron a la ciudad de México para tomar posesión del recién formado Imperio Mexicano. Los emperadores austriacos trajeron la tradición a México pero tras el fusilamiento del monarca esta costumbre fue abandonada y retomada posteriormente.
Tras su popularización en Europa y Estados Unidos, el árbol pasó a ser utilizado en América Latina. La profesora Aracil señala que tanto el árbol de Navidad como San Nicolás son elementos relativamente recientes que surgieron a mediados del siglo XIX y que se han arraigado con más fuerza en los países en donde no existen o no han prevalecido tradiciones más antiguas.
San Nicolás, Santa Claus o Papá Noel
Se trata de un personaje legendario que en Occidente le trae regalos a los niños en Navidad. San Nicolás, el Viejito Pascuero, Santa Claus o Papá Noel, vive en el Polo Norte y viaja en un trineo.
Sin embargo, San Nicolás necesita de varios renos voladores mágicos que empujan el trineo y que permitirían repartir los regalos en la noche que va del 24 de diciembre al 25 de diciembre.
Aunque es una leyenda muy antigua, que se vincula a la mitología escandinava y a dioses como Odin, Thor y Saturno, e incluso algunos ubican sus orígenes en Asia, se señala que la figura estaría inspirada en un obispo cristiano, San Nicolás de Myra, que vivió en el siglo IV en Anatolia -territorio que hoy es Turquía- y cuyas reliquias se conservarían en Bari, Italia.
"San Nicolás"
Fue en el siglo XVII cuando la imagen de Santa Claus llegó a Estados Unidos procedente Holanda,-país en el que se venera a Sinterklaas o San Nicolás, un personaje que trae regalos a los niños el 5 de diciembre.
Los medios de comunicación han tenido un papel muy importante en promover este personaje. Santa Claus tal y como lo conocemos hoy -regordete y vestido de rojo- fue producto de una ilustración realizada en 1870 por el dibujante alemán-estadounidense Thomas Nast sobre la base de un poema de Clement Moore.
Curiosamente, en 1902, Nast fue nombrado cónsul general de Estados Unidos en Ecuador bajo el gobierno de Theodore Roosevelt y murió en ese país latinoamericano producto de la fiebre amarilla.
Santa Claus ha sido utilizado ampliamente como herramienta comercial. En particular la empresa Coca Cola utilizó su imagen por primera vez en anuncios publicitarios destinados a promocionar la bebida carbonatada a partir de 1930 y esos anuncios también fueron llegando adaptados a la región.
Aunque la figura de San Nicolás ha sido difundida en América Latina, en algunos países de la región los regalos corren principalmente por cuenta del Niño Jesús como en los casos de Colombia, Venezuela y partes de México, mientras que los Reyes Magos reparten presentes en países como Puerto Rico y España.
El Pesebre, Belén o Nacimiento
El origen del belén, nacimiento o pesebre, como se le denomina a la escena del nacimiento de Jesús, presenta bastantes problemas, le señala a BBC Mundo el historiador y antropólogo Luis Pérez Armiño.
Y es que entre los historiadores no hay acuerdo en torno a la fecha de origen exacto de esta costumbre de raíces itálicas. Sin embargo, Pérez indicó que las fuentes más fiables dicen que surgió entre el siglo XIV y XV y que tuvo que ver con una serie de representaciones teatrales que se iniciaron en la Edad Media.
"Pesebre"
De acuerdo con Pérez Armiño, el pesebre llegó a América de la mano de los conquistadores españoles, quienes acompañados de misioneros utilizaban la imagen del misterio que resultaba "muy ilustrativa para el proceso de evangelización".
Las imágenes eran un recurso valioso para propagar la fe. "En principio, estas imágenes se hacían en España y se llevaban a América. No es sino hasta el siglo XVIII cuando surge el belén típicamente americano", afirma.
"La iglesia ponía mucho énfasis en la ortodoxia, que se siguieran fielmente los postulados católicos. Sin embargo, en América existen religiones indígenas muy arraigadas y, por ejemplo, es muy normal en los belenes de Bolivia que el niño en vez de nacer en un pesebre lo haga en la puerta del Sol de Tiahuanaco, en el Lago Titicaca", expresa Pérez Armiño.
En cuanto a la imagen del nacimiento, el historiador señala que en principio se representaba sólo a la Virgen, a San José y al Niño.
Posteriormente se añadieron los pastores y los Reyes Magos, hasta llegar a las escenas de mercado y de posadas que surgen entre el siglo XVIII y XIX.
Es precisamente en el siglo XVIII cuando el pesebre alcanza su auge derivado de la tradición de Nápoles, pues es allá donde el belén se convierte en un verdadero arte, pues los mejores escultores del momento participan en su elaboración.
El Pavo
Y si muchas costumbres europeas han pasado a formar parte de nuestras tradiciones, nuestro aporte a la Navidad fue el sabor. La profesora Aracil señala que la gastronomía indígena de América se ha mantenido aunque en cada país existen variaciones.
Los guajalotes o pavos son originales de México y su forma de prepararlo tiene raíces aztecas.
"Pavo de Navidad"
Algunos historiadores señalan que a principios del siglo XVI un grupo de jesuitas españoles, que vinieron con los conquistadores, lo llevaron de América a Europa y le llamaban gallina de las Indias.
García Rivas indica que después de España, Francia fue el segundo país europeo que adoptó el pavo pues el rey Luis XIV lo tenía como uno de su platos favoritos.
El autor afirma que el pavo se puso en boga en la época de ese rey francés y durante la guerra de independencia de Estados Unidos, "pues todo lo que venía de América estaba de moda en el mundo".
Así, los nobles y la monarquía de la época consideraban al exótico plato una exquisitez y de allí se fue popularizando entre los europeos que sustituyeron el cordero por el pavo.
Poinsettia o Nochebuena
Esta planta originaria de México y Centroamérica, y cuyo nombre científico es Euphorbia pulcherrima,se ha popularizado desde el siglo XIX no sólo en nuestra región sino también en Estados Unidos y Europa como símbolo de la Navidad.
La planta recibe muchos nombres diferentes a lo largo de América Latina.
Se trata de un arbusto de hojas verdes y triangulares que se ponen rojas en el invierno y actualmente es una de las plantas más vendidas en la época navideña.
Antes de los conquistadores, los aztecas la llamaban "Cuetlaxochitl" y la usaban para teñir vestidos y para curar fiebres, el arbusto también era utilizado en ceremonias religiosas pues los indígenas consideraban que el color rojo era símbolo de pureza.
A pesar de que se trata de una planta mexicana, fue el embajador de EE.UU. en México, Juel Roberts Poinsett, quien a partir de 1825 se encargó de hacer famoso el arbusto y de allí que en muchas partes se le conozca como Poinsettia.
Así que no sólo fue el sabor sino también el color, lo que América le dio al mundo para celebrar la Navidad.
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jueves, diciembre 08, 2011
La era de los narcóticos digitales: sustancias serán relevadas por neuro-estímulos
Neuro-acupuntura psicoactiva: más allá del consumo de una sustancia, pronto podríamos estar dosificándonos con estados alterados de percepción confeccionados a la medida.
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Al parecer aquellos días en que las personas que querían una sustancia para “viajar” recurrían a un dealer clandestino, tal vez mal encarado o al menos un tanto paranoico, pronto serán parte solo de la memoria colectiva. Y es que de acuerdo con Rohit Talwar, el fundador de Fast Future Research, una firma internacional de análisis de tendencias y escenarios futuristas, en poco tiempo, cuando desees jugar con las puertas de tu percepción, lo más probable es que ya no recurras a tu proveedor tradicional de sustancias, sino a un ingeniero en bioinformática, o algo parecido, para que te recete un protocolo de estimulación “a la medida” de tu personalidad y tu perfil psicológico.
Gracias a los últimos avances en campos como la genética, las ciencias cognitivas, la nanotecnología y la bioinformática, parece que la era de la estimulación hiperprecisa, en la que ya no requeriremos consumir sustancias en sí, ya sean drogas o medicamentos, sino que utilizaremos neuroestímulos puntuales para detonar las reacciones deseadas (como una oda tecnológica a la máxima universal de la causa-efecto), se encuentra a pocos años de instalarse.
“Entre más entendemos al cerebro humano, mayor es nuestra capacidad para generar efectos positivos como afinar las funciones ligadas a la memoria. ¿Quieres volar? ¿Quieres endulzarte? De hecho yo quiero vivir la vida, en mi cabeza, siendo mitad gato y mitad humano”, afirma Talwar en entrevista para la edición británica de Wired.
En las últimas dos décadas se ha explorado ampliamente el campo de las neurociencias, lo cual paralelamente se ha desdoblado en el desarrollo de técnicas e instrumentos diseñados para inducir estados de percepción alterada en el ser humano. Y como suele suceder, el mundo del arte, en particular el de la literatura y el cine, han servido como catalizadores proféticos de manifestaciones futuras. En el primero de los casos tendríamos que citar, obviamente, la novela Neuromancer, del gran William Gibson, la cual se convirtió en una especie de contundente manifiesto pare el movimiento cyberpunk (tal vez la primer tribu humana que coqueteó con la inducción de estados alterados a través de recursos tecnológicos).
En el caso del cine, cómo olvidar, por ejemplo, el tanque de aislamiento sensorial popularizado en la película Altered States (1980), dirigida por Ken Russell, o los electroviajes que utilizaban para dosificarse los personajes de Strange Days (1995), una cinta un tanto profética, que hace más de 15 años ya anunciaba la llegada de la era de los narcóticos digitales (¿el Madmax de la drogas?).
Siguiendo con algunos de los antecedentes del escenario futurista de las drogas, podríamos incluir una tendencia que se popularizó en los últimos cuatro años: los sonidos binaurales. Esta práctica de algún modo encarna el primer destello de la comunión entre la cultura pop y los estimulantes digitales. Bajo la premisa de “malabarea con tu percepción a través de un mp3″, miles de jóvenes han recurrido a la descarga de estas piezas sonoras con el fin de modular sus frecuencias cerebrales en busca de acceder a estados “inusuales”.
«Los tonos o beats binaurales, son artefactos de procesamiento auditivo, cuya percepción se desenvuelve dentro del cerebro en forma independiente a la de los tradicionales estímulos físicos. Este efecto fue descubierto por Heinrich Wilhelm Dove en 1839. Ante esta estimulación nuestro cerebro produce pulsaciones en bajas frecuencias que se presentan, separadamente, al oído de la persona a través de audífonos en sonido estéreo. Ambos tonos serán automáticamente fusionados por nuestro cerebro en un solo sonido, la frecuencia de estos tonos debe estar por debajo de los 1,500 Hertz. La diferencia entre ambas frecuencias debe ser limitada, menor a 30 Hz para lograr que el efecto se concrete. En caso contrario evitaríamos la fusión de ambos tonos y no se lograría la gestación del beat inductor», explicamos en una nota publicada hace poco más de un año en este mismo sitio.
Pero como suele suceder con la exploración psiconaútica, parece que la verdadera meca de la futura escena narcotico-digital aún se mantiene en dos nichos puntuales, el underground y el científico, y que tendremos que esperar un poco para que se derrame al resto de la población: primero a los más osados y posteriormente envolverá a las masas. En este sentido resulta muy estimulante lo que está sucediendo en el laboratorio de neurociencias de la Universidad de Berkeley, en California. Hace unos meses, investigadores replicaron imágenes visualizadas en la mente de una persona, a través de los patrones registrados en su actividad cerebral, es decir, lograron traducir las imágenes que generaba una persona internamente, a data visual proyectada en un video. Pero lo más interesante es que, de combinadarse con terapia transcraneal, esta técnica permitiría detonar “viajes” precisos en la mente de una persona.
“También podrías visualizar la experiencia y luego confeccionar exactamente el efecto que deseas experimentar. Esta convergencia nano-info-bio-cogno nos conduce a esferas bastante interesantes”, nos dice Talwar, quien fue contratado por el gobierno británico para investigar lo que sucederá dentro del escenario de las drogas en los próximos veinte años. Pero el “experto” en futurismo no para ahí, sino que incluso se aventura a describir, con cierto detalle, un posible escenario: utilizando proteínas biológicas que contengan tecnologías de procesamiento de información, se podrían liberar efectos específicos detonados a través de estimulación electromagnética. Estas podrían consumirse en, por ejemplo, un club nocturno, en donde el DJ sería el encargado de liberar nanopartículas que los asistentes podrían ingerir. Posteriormente estas serían utilizadas para disparar un estado deseado, en un punto determinado de su set musical, utilizando un estímulo eléctrico sobre el cerebro del público.
Para terminar este apasionante ejercicio futurista, lo más pertinente es repasar, aunque sea brevemente, los pros y contras del posible escenario. Por un lado, la era de los narcóticos digitales sugiere la caducidad del narcotráfico organizado a gran escala, lo cual a su vez aniquilaría a los actuales cárteles de la droga, con todos los beneficios sociales que ello implicaría. Por otro lado se corre el riesgo de que las grandes farmacéuticas, una mafia que aunque sea legal no por ello es menos nociva que los cárteles, copte y restrinja el uso de la electroestimulación y transforme está practica en mercado. Desde otra perspectiva, resulta bastante satisfactorio saber que si los últimos descubrimientos en el campo de las neurociencias están ya siendo aprovechados por industrias esencialmente nefastas, como en el caso del neuromarketing o del neurocine comercial, y ni qué hablar de gobiernos (neuropolítica) y agencias de inteligencia, también pueda traer beneficios a una de las prácticas más loables y más humanas en la historia de nuestra especie: la psiconáutica.
Y como en todo ejercicio futurista, en realidad no resta más que esperar y confiar en que a partir de la comunión de estos pulsos que forman la ‘punta de lanza’ del arte, la ciencia, la psicología, y la espiritualidad, resulte un paisaje altamente estimulante, y que nosotros, los observadores activos, sepamos traducir los nuevos cúmulos de estimulación en lecciones, habilidades, sonrisas y, sobre todo, en esa paz interna que resulta, como una consecuencia ineludible, de la canalización consciente de información.
Twitter del autor: @paradoxeparadis / Lucio Montlune
jueves, diciembre 01, 2011
NAVIDAD 2011 EN PUERTO CABELLO
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