Un alto nivel de dióxido de carbono (CO2) en el agua estaría vinculado a un sobredesarrollo anormal de los huesecillos del oído de los peces, elementos esenciales para su sentido de la orientación, según una investigación divulgada el jueves. El aumento del contenido de CO2 en los océanos ya mostró efectos nocivos en el desarrollo de moluscos y corales, destacan los autores del estudio publicado en la revista estadounidense Science del 26 de junio. Los investigadores de la Scripps Institution of Oceanography de la Universidad de San Diego en California se sorprendieron por esta observación llevada a cabo en róbalos jóvenes. Los peces criados en aguas caracterizadas por un alto nivel de CO2 no llegaban a la edad adulta con un tamaño mayor que los que se encontraban en un estanque de agua normal, pero sólo sus huesecillos del oído estaban claramente más desarrollados, precisa David Checkley, profesor de oceanografía en la Scripps Institution y principal autor de este estudio. "De momento, no sabemos si esos huesecillos del oído sobredesarrollados tienen efectos nefastos en el comportamiento de esos peces o su supervivencia", añade. Sin embargo, "la hipótesis es que todo lo que diverge en forma importante de lo normal puede tener consecuencias como mínimo indeseables", prosigue el oceanógrafo. Los investigadores tienen la intención de ampliar sus estudios para determinar si un nivel de CO2 elevado provoca un desarrollo excesivo de estos huesecillos en otras especies de peces. Tratarán igualmente de encontrar el mecanismo físico que provoca ese crecimiento excesivo y de determinar en que forma afecta el fenómeno al comportamiento de los peces y su supervivencia. El contenido de CO2 aumenta en los océanos, así como su acidez, debido principalmente a la combustión de carbón y de hidrocarburos.
JDG
Globovisión/AFP/ppmt2009.-
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