TOMA DE PUERTO CABELLO "8 DE NOVIEMBRE DE 1823"

Toma de Puerto Cabello
Posterior al 24 de junio de 1 821 fecha donde se realiza la Batalla de Carabobo en la cual se obtiene la Independencia de Venezuela, los españoles huyen y se refugian en puerto cabello bajo el mando del General Realista La Torre, fue entonces cuando Bolívar designa a "El General José Antonio Páez quien ejercía el comando supremo del Ejército Libertador" para desalojarlos para ello, se da a la tarea de sitiar a Puerto Cabello, Tomando varias posiciones estratégicas para lograrlo como los son, el Vigía, Borburata y otras importante locaciones
La Torre deja el mando al general Morales debido a que debe hacer un viaje a Puerto Rico.
con ello Páez crece cada día apoderándose de varias baterías de defensa Españolas, entre ellas esta el Fortín Solano el Manglar y otras, logrando así dominar hasta la boca del río de san Esteban
Entonces fue cuando Páez se percato que todas las mañanas se veían huellas en la playa, camino de Borburata, Páez mandó a vigilar para saber quien era, hasta dar con negro llamado Julián (esclavo de Don Jacinto Iztueta).
Páez comienza a ganarce la amistad de Julian con regalos y lo convence para que le muestre el camino para poder así preparar el asalto.
Páez ataco el día 7 de noviembre de 1 823 con la intención de cansar al enemigo, cuya finalidad era mover en la noche de ese mismo día "400 hombre del Batallón de Anzoátegui y 100 lanceros (debido a ellos la Calle Lanceros), a las órdenes del Mayor Manuel Cala y del Teniente Coronel José Andrés Elorza.
Según las mismas palabras del catire Páez: "Cuatro horas tuvimos cruzando el manglar con el agua hasta el pecho y caminando sobre un terreno muy fangoso, sin ser vistos a favor de la noche", pasaron sin ser vistos muy cerca de la Batería Princesa y de la Proa de la Corbeta de Guerra Bailen.
El día 8 de noviembre se dio la lucha y al amanecer 2 sacerdotes fueron a Páez diciéndole que el General Calzada "refugiado en la Iglesia del Rosario quería rendirse personalmente a el, y el inmediatamente paso a verlo. Felicitome por haber puesto sello a mis glorias (tales fueron sus palabras), con tan arriesgada operación y terminó entregándome su espada. Di las gracias y tomándole familiarmente del brazo fuimos juntos a tomar café, a la casa que él había ocupado durante el sitio".
El total de bajas en la batalla fueron de "156 muertos, 56 heridos, 56 oficiales y 539 soldados prisioneros. para los realista y por nuestra parte solo hubo 10 muertos y 30 heridos".
ppmt2006.-