71% de los niños que se conectan a la red lo hacen desde estos recintosCarlos Eduardo lleva dos de sus trece años asistiendo religiosamente, al menos una vez a la semana, al cibercafé que está a dos cuadras de su vivienda. Cuando va allí no le interesa hojear la web: "Para eso navego desde mi casa", asegura. Prefiere conectarse y pagar hasta cinco horas de uso cada vez que visita el lugar para derrochar sus habilidades jugando Unreal Tournament en red bajo el seudónimo de "Predator".
Carlos Eduardo forma parte del 39% de niños venezolanos que usa Internet. Según cifras de la consultora filial de Datanálisis, Tendencias Digitales, 71% los pequeños que ingresa a la red en el país lo hace desde cibercafés, lo cual convierte a estos lugares en especies de guarderías donde los niños llegan a permanecer hasta seis horas en un solo día.
De acuerdo con Tendencias Digitales, el uso que más le dan los menores a Internet es la búsqueda de información para los estudios, le siguen los juegos en línea, después chateo, visita de páginas de entretenimiento, correo electrónico, ver videos, descarga de archivos (música y videos) y ver fotos.
"A mí me gusta ir a los (cibercafés) que tienen webcam, porque así puedo chatear con gente y verla al mismo tiempo", esgrime Paola, de 12 años, quien acude a estos recintos de dos a tres veces por semana. "Lo hago siempre en las tardes, después que termino la tarea; paso allí de una a dos horas, máximo; pero mi hermano va todos los sábados y puede pasar la tarde jugando con sus amigos".Policías y amigos
Quien entra a un cibercafé entra a una especie de cofradía donde están los jugadores y/o navegantes, y de otro lado el encargado o dueño del sitio que debe hacer las veces de policía: "No permitimos la entrada de niños menores de 9 años sin su representante y tenemos que estar constantemente supervisando que no se conecten a páginas de contenidos para adultos; pero también disponemos de programas que bloquean los accesos a páginas de este tipo", dice Armando Díaz, encargado de un local de Montalbán II donde "la mayoría de los niños a lo que vienen es a jugar en línea. Pocas veces veo que vienen a hacer tareas, los que no juegan se meten en páginas de video como youtube.com. Sólo las pocas personas mayores que vienen acá revisan periódicos en línea y blogs, pero los niños lo que buscan es diversión".
Marián Ganteaume, dueña de Galaxy Net, un cibercafé del centro de Caracas, dice que le toca hacer el papel "de hermana mayor" en su local "porque siempre vienen los mismos niños, principalmente a jugar, y ya me conocen todos; me llaman por mi nombre y hasta me piden tiempo extra en las máquinas. A veces me toca regañarlos porque veo que pasan todo el día aquí y pareciera que no tuvieran tareas que hacer".
Ganteaume, quien también tiene dos hijos, uno de 9 y otra de 13, dice que no permite que utilicen las computadoras "a menos que hayan terminado sus tareas. La idea no es prohibirles que busquen entretenimiento en la web, pero primero deben cumplir sus obligaciones; y tampoco veo muy sano que pasen tanto tiempo conectados, porque se aíslan del mundo", precisa.
Carlos Eduardo forma parte del 39% de niños venezolanos que usa Internet. Según cifras de la consultora filial de Datanálisis, Tendencias Digitales, 71% los pequeños que ingresa a la red en el país lo hace desde cibercafés, lo cual convierte a estos lugares en especies de guarderías donde los niños llegan a permanecer hasta seis horas en un solo día.
De acuerdo con Tendencias Digitales, el uso que más le dan los menores a Internet es la búsqueda de información para los estudios, le siguen los juegos en línea, después chateo, visita de páginas de entretenimiento, correo electrónico, ver videos, descarga de archivos (música y videos) y ver fotos.
"A mí me gusta ir a los (cibercafés) que tienen webcam, porque así puedo chatear con gente y verla al mismo tiempo", esgrime Paola, de 12 años, quien acude a estos recintos de dos a tres veces por semana. "Lo hago siempre en las tardes, después que termino la tarea; paso allí de una a dos horas, máximo; pero mi hermano va todos los sábados y puede pasar la tarde jugando con sus amigos".Policías y amigos
Quien entra a un cibercafé entra a una especie de cofradía donde están los jugadores y/o navegantes, y de otro lado el encargado o dueño del sitio que debe hacer las veces de policía: "No permitimos la entrada de niños menores de 9 años sin su representante y tenemos que estar constantemente supervisando que no se conecten a páginas de contenidos para adultos; pero también disponemos de programas que bloquean los accesos a páginas de este tipo", dice Armando Díaz, encargado de un local de Montalbán II donde "la mayoría de los niños a lo que vienen es a jugar en línea. Pocas veces veo que vienen a hacer tareas, los que no juegan se meten en páginas de video como youtube.com. Sólo las pocas personas mayores que vienen acá revisan periódicos en línea y blogs, pero los niños lo que buscan es diversión".
Marián Ganteaume, dueña de Galaxy Net, un cibercafé del centro de Caracas, dice que le toca hacer el papel "de hermana mayor" en su local "porque siempre vienen los mismos niños, principalmente a jugar, y ya me conocen todos; me llaman por mi nombre y hasta me piden tiempo extra en las máquinas. A veces me toca regañarlos porque veo que pasan todo el día aquí y pareciera que no tuvieran tareas que hacer".
Ganteaume, quien también tiene dos hijos, uno de 9 y otra de 13, dice que no permite que utilicen las computadoras "a menos que hayan terminado sus tareas. La idea no es prohibirles que busquen entretenimiento en la web, pero primero deben cumplir sus obligaciones; y tampoco veo muy sano que pasen tanto tiempo conectados, porque se aíslan del mundo", precisa.
DANIEL RICARDO HERNÁNDEZ
EL UNIVERSAL
EL UNIVERSAL
ppmt2007.-
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