viernes, enero 09, 2009

Con honores Puerto Cabello despidió a su cronista

Pese a estar desde hace varios años retirado de la vida pública, el fallecimiento de don Miguel Elías Dao, admirable historiador, periodista y cronista de Puerto Cabello, produjo en el colectivo un sentimiento de profunda tristeza. La ciudad entera hizo un alto al mediodía para dar su último adiós al “maestro de cronistas”, mientras que el carro fúnebre trasladaba sus restos primero hacia la Catedral San José y luego hacia el camposanto.
Don Miguel Elías Dao se mantuvo por espacio de medio siglo, como fiel defensor de la historia, costumbres y tradiciones de la ciudad. El hijo ilustre de Puerto Cabello falleció el pasado miércoles en horas de la mañana, y tan pronto como se dio inicio al velatorio en la funeraria Seres Previsivos, centenares de personas, destacadas figuras del mundo político, las artes, las ciencias y la actividad portuaria, se hicieron presentes para compartir con la familia Dao el profundo pesar que produce su ausencia. Las exequias fueron presididas este jueves, en horas de la mañana, por el presbítero Noel Herrera, vicario general de la Diócesis de Puerto Cabello, acompañado por el canciller de la Diócesis, presbítero César Barrios. Luego de las lecturas propias del oficio religioso, se dirigió un mensaje de fe y esperanza sobre la resurrección de los hombres.
Gobernador y alcalde rindieron homenaje póstumo
El acto religioso, realizado en la Catedral San José, fue el escenario escogido para que tanto el alcalde Rafael Lacava Evangelista como el gobernador Henrique Fernando Salas, rindieran un homenaje póstumo a este insigne falconiano -sólo de nacimiento- que dejó tras su partida un enorme legado de sabiduría y documentos escritos de la historia local. Antes de que el féretro fuese trasladado hasta el Panteón familiar en el Cementerio Municipal de Puerto Cabello, como parte del homenaje ofrendado a don Miguel Elías, el alcalde Rafael Lacava decretó tres días de duelo en toda la jurisdicción porteña, homenaje digno de tan destacado porteño de corazón, y además ordenó la colocación de los pabellones nacional y municipal a media asta. Asimismo, anunció una ordenanza para la construcción de una biblioteca pública municipal que llevará el nombre del “cronista de una vida entera”.
En sus palabras, Lacava destacó los grandes logros del cronista, quien en todo momento fue ejemplo para la sociedad porteña. Por su parte, el gobernador de Carabobo, Henrique Fernando Salas, reconoció que sólo un hombre de la trayectoria de Miguel Elías Dao lograría el encuentro -en un mismo lugar- de distintas personalidades que, sin distingo de clases o diferencias de colores políticos, compartieron con profundo dolor, la pérdida del defensor del acervo histórico porteño. Ambos mandatarios destacaron la enorme pérdida que para la población representa la muerte de don Miguel Elías, pues sobre sus espaldas reposaba gran parte de la historia que involucra inclusive sus respectivas infancias.
Cronistas despidieron a su hermano
Aproximadamente unos 15 cronistas varios rincones del país, acompañaron a su amigo, compañero y hermano, hasta su última morada en el Cementerio Municipal de Puerto Cabello. Emotivas palabras a cargo de José Anselmo Castillo, cronista de Sanare y presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela; y Asdrúbal González, quien ha sido, en su condición de encargado, el responsable de dar continuidad a la ardua labor que con tanto esmero llevó a cabo durante 50 años don Miguel; pusieron en evidencia el aprecio y gran valor que, como hombre, cronista, historiador y defensor de las costumbres y tradiciones locales tenía, para cada uno de ellos, el “maestro de cronistas”.
“Hasta siempre”
Acompañada por el gobernador Henrique Fernando Salas y su padre el ex gobernador Henrique Salas Römer, doña Beatriz de Dao, compañera de toda la vida del cronista, se acercó al féretro y con voz dolorosa esbozó palabras de despedida con un simple “hasta siempre”. Una larga cola de porteños adormecidos por el dolor se formó, no dando crédito al protocolo que estaban cumpliendo en ese momento: “darle el último adiós al cronista de toda la vida”. El calor no fue impedimento para que varias docenas de personas acudieran al camposanto y ofrendaran una digna despedida a Don Miguel Elías Dao.
Diplomacia
Sólo una destacada trayectoria como la de don Miguel Elías Dao podría dejar grandes y aleccionadores momentos, aun después de muerto. Ese fue el caso, cuando este jueves, a propósito de los actos funerarios, se encontraran -cara a cara- el gobernador Henrique Fernando Salas y el alcalde Rafael Lacava. No son amigos, mucho menos pares, pues profundos abismos políticos los separan. Sin embargo, la actitud asumida por cada uno ante la pérdida física de don Miguel, estuvo a la altura de la digna investidura que cada uno ostenta. La ocasión fue propicia. Nadie lo impidió. Pues no hubo ni fanatismo político ni sed de poder que coaccionara que el gobernador y el alcalde cruzaran palabras y hasta intercambiaran números de teléfono. Aplaudidos por unos, criticados por otros, todos guardaron silencio, pues el momento así lo demandaba. Sólo unos pocos escépticos vieron en la actitud de ambos mandatarios un dejo de amplia diplomacia, que a juicio de estas personas, se fracturaría una vez concluidos los actos funerarios.

El Carabobeño/Litzy Sanz Nava/ppmt

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