domingo, junio 27, 2010

Al periodismo venezolano le esperan más dificultades

Día del comunicador social
Este domingo 27 de junio se conmemora el Día del Periodista en Venezuela. Pero este año la celebración habitual de una fecha tan importante para el gremio de la prensa se ve manchada por un atropello inédito perpetrado contra un comunicador social emblemático en Carabobo: Francisco “Pancho” Pérez, quien durante décadas ha sido una institución para las nuevas generaciones del periodismo.

Su columna “En Secreto” que por más de 30 años fue publicada los lunes en El Carabobeño, era referencia política de lectura obligatoria para cualquier dirigente, periodista y ciudadano que quisiera conocer los análisis más interesantes de cualquier coyuntura que se estuviera viviendo en el país. Pero los últimos dos lunes, 14 y 21 de junio, su tradicional espacio en las páginas del rotativo más antiguo de Carabobo estuvo en blanco. Los lectores que religiosamente buscaban sus líneas, ahora se tropiezan con la frase “Censurado por decir la verdad”.

¿El motivo? La sentencia que emitió el viernes 11 el juez quinto de Juicio, Alfredo Toredit Rojas, que lo condena a tres años y nueve meses de prisión e inhabilita para ejercer su profesión y optar a cualquier cargo de elección popular. Además le impuso una sanción pecuniaria de 1.450 unidades tributarias (94 mil 250 bolívares fuertes) y el pago de las costas procesales.

Dos audiencias bastaron para que el juez le diera la razón al alcalde de Valencia, Edgardo Parra, que introdujo una demanda contra el periodista por haber revelado en 2009 que el funcionario oficialista tenía a varios familiares ocupando importantes cargos en la administración pública, donde “se pagaban y daban el vuelto”.

Apenas se conoció la sentencia, estallaron en declaraciones todos los organismos nacionales e internacionales comprometidos con la defensa del derecho humano de la libertad de expresión. Además, catedráticos, organizaciones civiles y políticas, profesores universitarios, estudiantes y hasta dirigentes del PSUV, calificaron la decisión como aberrante, desproporcionada y vergonzosa.

Naturaleza de la profesión

Por naturaleza, los periodistas deben ser contralores sociales que denuncian cualquier posible irregularidad en el manejo del dinero de las administraciones públicas. La intención: evitar la corrupción y garantizar las inversiones que permitan el progreso de la nación.

Esta responsabilidad implica enfrentar los obstáculos para la búsqueda de datos y las agresiones en el cumplimiento de la labor diaria, que se han multiplicado durante la última década. Atentados contra sedes de medios de comunicación, golpes y patadas, insultos y ofensas verbales, son algunas de las situaciones que soportan los periodistas. Cierres de emisoras, no renovación de concesiones y multas millonarias, son otras de las medidas administrativas que afrontan las empresas comprometidas con la información. Pero esta es la primera vez que la intolerancia a la verdad obliga a un periodista a no escribir. 


El Carabobeño/Daniella Vera Alam/ppmt 

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