martes, junio 04, 2013

“El Porteñazo” más allá de la historia (Fotos+Video)

A 51 años de la Insurrección en La Alcantarilla, algunos sobrevivientes contaron lo sucedido ese día

En medio de la confusión entre el tiroteo y el bombardeo en La Alcantarilla, apareció la figura de Dios en la humanidad del padre Luis María Padilla, párroco de Borburata y Capellán de la Base Naval C/A Agustín Armario para la época. En la declaración que el prelado le ofreció sobre su versión de El Porteñazo, éste dijo sobre ese momento: “Allí yacían creo que nueve soldados tendidos, dos heridos mortalmente y los demás ya muertos, uno al tocarlo me dijo: “ayúdeme padrecito”. Procuraba echármelo al hombro de pronto llegó una ráfaga de ametralladora que hizo blanco en él, me paré y dándole la absolución y expiró. Otro herido me dijo al tocarlo: “dígale a mi mamá cómo morí”... sobre todos di la absolución y me retiré en busca de ambulancias, pero las ambulancias no se atrevían a avanzar porque el fuego se veía cerrado. Entonces advertí mis manos y sotana llenas de sangre... desde entonces me limité a ayudar a las ambulancias y a auxiliar muertos y moribundos”. Este momento quedó y aún queda grabado para siempre en la memoria de los venezolanos, cuando el reportero gráfico del diario La República, Héctor Rondón, captó el instante exacto en el que el religioso sostenía en sus brazos al soldado y fue merecedor del único premio Pulitzer en la mención de Fotografía que obtuvo nuestro país.


Orlando Martínez Maza

Puerto Cabello, junio 1.- El sábado 2 de junio de 1962, Puerto Cabello fue escenario de un evento que para algunos fue una rebelión cívico-militar, pero para otros, no fue más que un suceso lleno de dolor y tragedia. Nos referimos a la insurrección de Puerto Cabello o como se refirió en aquella época y que aún se le conoce como “El Porteñazo”, rebelión militar en contra del entonces presidente de la República, Rómulo Betancourt.




Más allá de la historia que ha sido publicada en textos bibliográficos, notas de prensa, fotografías y otros métodos de comunicación de cómo sucedieron los hechos en La Alcantarilla, el Liceo Miguel Peña, Playa Blanca, Gañango y zonas del centro de la ciudad, esta vez queremos ofrecerles declaraciones de personas que fueron testigos de este hecho, sin dejar atrás la historia que aún cuando han pasado 51 años, todavía se mantiene en la mente de personas que fueron testigos presenciales de este suceso.
Jesús Ascanio: “Hubo bastante miedo. Eso fue espeluznante”

El señor Jesús Ascanio, habitante de esta ciudad cordial, nos comentó, en una entrevista que se le realizó en su residencia de la urbanización Portuario, que ese día él se fue a laborar en la zona de carga a granel y silos del puerto de Puerto Cabello, cuando de pronto efectivos de la Infantería de Marina les informaron que suspendieran las labores y se fueran a sus casas.

“Estábamos descargando un buque con maíz blanco y nos llegó la Infantería de Marina y nos dijeron que suspendiéramos las actividades. De ahí cerramos las bodegas del buque, en pocas palabras se suspendió todo y nos fuimos. Cuando llegábamos a la calle Bolívar, donde funcionaba la antigua Policía Municipal, nos detuvieron y nos dijeron si queríamos participar junto con la policía y el pueblo en lo de El Porteñazo, y yo le dije: sí está bien, pero ¿por qué no mejor vamos a comer algo al mercado?

Y fue en ese momento, cuando nos fuimos, y que a comer, aprovechamos el momento para irnos a nuestras casas, yo por lo menos vivía en la calle Regeneración con Bolívar y no fue que presencie todo, pero nos refugiábamos debajo de las camas y eso fue espeluznante”.

En el ínterin del tiroteo y el bombardeo, el señor Ascanio contó que en el edificio de lo que es hoy la farmacia “Moderna” entre el bombardeo, una de las balas cayó en la parte trasera de la vivienda y esto generó más miedo en su familia que se estaban refugiando del tiroteo que estaba cruzado.

Oscar Mayentíes: “Todo fue un descontrol”

El “Eterno Soñador de Puerto Cabello”, Oscar Mayentíes Landa, nos comentó sus vivencias cuando El Porteñazo y dijo, sin conocer plenamente los pasos de un plan militar, que el alzamiento de Puerto Cabello “fue un descontrol total”.

Mayentíes agregó “si analizamos lo que fue El Porteñazo eso fue un descontrol total por como llevaron a centenares de soldados a una muerte segura. Yo no vi esa mortandad, pero mi buen amigo Raúl Francis, me dijo que era algo impresionante como caían los militares cuando les disparaban desde una de las torres de Las Llaves”.



Raúl Francis: “Nunca disparé en El Porteñazo”

Raúl Francis, barinés de nacimiento, llegó a Puerto Cabello como soldado de la Guardia Nacional, que apoyaría a otras fuerzas leales al gobierno de Rómulo Betancourt en la insurrección de Puerto Cabello.

“Yo estaba destacado en la GN en Barquisimeto y nos levantaron a eso de las 3:00 de la madrugada de ese día, pues nos dijeron que teníamos que apoyar una situación irregular que estaba pasando aquí. Entonces, nos detuvimos en El Palito y nos fuimos caminando por toda la linea férrea hasta en Destacamento 55 (hoy Destacamento 25 de la GNB) y ahí recibimos las órdenes.

Cuando llegamos a La Alcantarilla, a eso del mediodía, ya se notaba la gran cantidad de muertos que habían”.

El señor Francis fue uno de esos personajes vilipendiado porque supuestamente, lo calificaron de asesino en la batalla campal que se efectuó en La Alcantarilla, cosa que el negó rotundamente.

Comentó que en medio de la feroz batalla, él decidió tomar una ambulancia para rescatar algunos heridos y en una fotografía del reportero gráfico Héctor Rondón, quien fue corresponsal del diario La República, se muestra al soldado Raúl Francis al lado de un tanque del batallón Carabobo, que fue ametrallado desde una de las torres de la empresa Las Llaves.

“Mucha gente me ha dicho que yo maté gente en El Porteñazo, pero nunca disparé una bala”.



Dora Guevara: “Un señor me salvó que me mataran en el vehículo”

La señora Dora María Guevara de Parra, es hermana de dos activistas políticos estudiantiles que pertenecieron a las filas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y que participaron discretamente en la Insurrección de El Porteñazo. Ellos son Antonio y Graciela Guevara.

En su vivienda, la señora Guevara de Parra rememoró todo aquello que vivió ella, sus padres y familiares cuando sus hermanos fueron perseguidos por efectivos de la extinta Dirección General de Policía (Digepol), hoy Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Su hermano Antonio Guevara fue perseguido y puesto en prisión en varias cárceles del país, al igual que su hermana Graciela. La señora Dora mostró una camisa que usó su hermano cuando fue torturado.

Con una vista que llevaba hacia la lontananza, como si pudiera traer en sus ojos todos esos recuerdos vividos el sábado 2 de junio de 1962, la señora Guevara de Parra fue sobreviviente de esa insurrección.

“Decidí salir de casa porque estaba preocupada por mis hermanos, tomé el vehículo de la familia y dije voy a ver a ver si los consigo. Habían soldados apostados en las esquinas y cuando arranque de la casa para tomar rumbo hacia La Alcantarilla, sentí que un señor que estaba parado en la puerta de una vivienda vio a un soldado detrás de mi apuntando al carro y me dijo: ¡señora cuidado! y no sé cómo me haló del brazo, me sacó del carro y la bala atravesó el asiento donde estaba y salió por el motor. Ese señor me salvó que me hubiese matado”.


TOMADO: DIARIO NOTITARDE 
02/06/2013 04:51:00 p.m.

No hay comentarios.: