lunes, enero 22, 2007

Descubren en Mérida cúmulo de estrellas “adolescentes”

Usando una cámara digital avanzada, instalada en el telescopio J. Stock de 1 metro del Observatorio Astronómico Nacional de Llano del Hato, en los Andes Merideños, fue descubierta una aglomeración de cerca de 200 estrellas en la familiar constelación de Orión, una de las maternidades estelares más activas en nuestro rincón de la Vía Láctea.

Los responsables del hallazgo fueron los doctores César Briceño Ávila, Jesús Hernández y Katherina Vias, investigadores del Centro de Investigaciones de Astronomía (CIDA), en combinación con sus colaboradores, los doctores Lee Hartmann y Nuria Calvet, de la Universidad de Michigan de Estados Unidos y Gabor Furesz y Andrew Szentgyorgyi del HarvardSmithsonian Center for Astrophysics.


Este nuevo cúmulo de estrellas ha sido bautizado con el nombre de su estrella más brillante: 25 Orionis (o 25 Ori).


Combinando las observaciones hechas desde Venezuela con datos obtenidos con el telescopio de 6.5 metros MMT (Monolithic Mirror Telescope) de la Smithsonian Institution y la Universidad de Arizona, los astrónomos han determinado que las estrellas del cúmulo 25 Ori tienen una edad promedio de unos 8 millones de años, apenas unas adolescentes si se las compara con una estrella adulta como el Sol, cuya edad es de unos 4500 millones de años.


Las estrellas del cúmulo comparten un mismo movimiento en el espacio, lo cual indica que se formaron de una misma nube de gas gigante, que ya se disipó.


El hallazgo representa un hito muy importante, pues las teorías y observaciones más recientes sugieren que es en esta época (antes de los 10 millones de años) cuando tiene lugar la formación de sistemas planetarios. Hasta ahora sólo se conocían poco más de una veintena de estrellas con edades menores a 10 millones de años en la vecindad solar.


Con cerca de 200 miembros, esta nueva agrupación estelar es la más densamente poblada -de esta edad- que se haya descubierto a menos de 1500 años luz de La Tierra. Esto hará que el cúmulo de 25 Ori sea el laboratorio ideal para estudiar aspectos como la formación de sistemas planetarios.


De hecho, este mismo grupo de investigadores ya ha obtenido observaciones de las estrellas jóvenes en 25 Ori en longitudes de onda infrarrojas, usando el Telescopio Espacial Spitzer. Actualmente están analizando estos datos con el fin de detectar y caracterizar los discos protoplanetarios en estas estrellas adolescentes.


Estos resultados aparecerán en un artículo en extenso en la revista especializada Astrophysical Journal.

Nota de Prensa CIDA
ppmt2007.-

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