jueves, enero 04, 2007

Polos Norte y Sur, Estudio revela gran perdida de ozono

EEUU (AFP) Un estudio divulgado muestra lo dramática que ha sido la pérdida de ozono en la Antártida en los últimos 20 años, comparado con el mismo fenómeno en el Ártico. El estudio encontró una reducción "masiva" y "generalizada" de ozono en el corazón de la región del agujero de ozono de la Antártida, iniciada a fines de los años 70 pero más pronunciada en las décadas de 1980 y 1990. Científicos del gobierno estadounidense que realizaron el estudio indicaron que había una ausencia casi completa de ozono en algunas muestras atmosféricas tomadas después de 1980, comparado con décadas anteriores. En contraste, las pérdidas de ozono en el Ártico eran esporádicas, e incluso las mayores pérdidas no se acercan a las pérdidas regulares en el hemisferio norte, indicaron los investigadores. "La pérdida en el Ártico es mucho menor que la pérdida en la Antártida", dijo Robert Portmann, científico de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) en Boulder, Colorado (centro-oeste). Los científicos han controlado el agujero de ozono en expansión sobre la Antártida durante unos 20 años. La Agencia Espacial Europea (ESA) informó en octubre que la Antártida sufrió en 2006 las mayores pérdidas anuales en su capa de ozono: el agujero tenía este año una extensión de 28 millones de km2, casi tanto como en 2000.En la Antártida, la reducción del ozono en algunas altitudes excedía frecuentemente el 90%, y a menudo aumentaba a 99% durante el invierno antártico en el periodo posterior a 1980, comparado con las décadas anteriores, indicaron los investigadores.En el Ártico, las pérdidas ocasionalmente llegaban a 70%, y se vieron algunas pérdidas de 50% a mediados de los años 90, cuando las temperaturas eran especialmente bajas, pero la escala y alcance del problema era mucho menor que lo que se observaba en el hemisferio norte. Estudios recientes también destacaron grandes pérdidas de ozono en el hemisferio sur, pero los investigadores de la NOAA indicaron que su análisis mostró que estos eventos eran raros y no parecían señalar una tendencia. "Observamos pérdidas pequeñas a moderadas de ozono en los inviernos más fríos, cuando las condiciones estratosféricas son propicias para la pérdida de ozono, pero fueron más raras de lo que esperábamos", dijo Portmann. El estudio, divulgado en la publicación "Proceedings of the National Academy of Sciences", se basó en más de 40 años de mediciones de ozono. El ozono filtra los rayos ultravioletas peligrosos del sol que provocan daños en la vegetación, y cánceres de piel y cataratas en el ser humano. La capa de ozono se degrada por productos químicos como el cloro y los clorofluoruros de carbono (CFC), emitidos por el gas de aerosoles y refrigeradores, según los científicos. La reacción química que ataca el ozono alcanza su nivel máximo cuando las temperaturas son muy bajas durante el invierno austral, generalmente desde fines de agosto hasta octubre.
ppmt2007.-

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