martes, mayo 15, 2007

Peregrinación llegó al Fortín Solano con la Virgen de Fatima

Como una expresión de fe y espiritualidad la comunidad porteña se unió a la procesión organizada por la colonia potuguesa que reside en la localidad para conmemorar los 90 años de la primera aparición de la virgen de Fátima y simultáneamente celebrar el día de las madres.
La multitud subió acompañando a la madre de Dios, en su advocación como la Virgen del Rosario de Fátima, hasta el Fortín Solano, en una caravana a la que se sumó el Comandante de la Base Naval, José Gregorio Rojas Medina, padrino honorífico del evento, y su esposa, así como funcionarios de la Policía Naval y de Tránsio Terrestre.
De igual manera se contó con el apoyo de Atención Inmediata y de los Bomberos, quienes escoltaron la caminata previendo alguna eventualidad médica, sin embargo no hubo obstáculo para llegar al destino y continuar con las actividades planificadas.
En tal sentido y una vez arriba, Monseñor José Viloria Pinzón, en compañía de Nelson Arias y José Gregorio Zambrano, párrocos de las Iglesias Nuestra Señora de Coromoto y Virgen del Valle, respectivamente, ofició la eucaristía de este domingo trece de mayo y día de todas las madres.
Durante la homilía el obispo manifestó la conmoción de su espíritu por la manifestación de amor y de fe de toda la colectividad porteña, portugueses o no, que se inició con la peregrinación que partió desde la Iglesia de Coromoto y el logro exitoso del objetivo a pesar de las condiciones de calor, el sol inclemente y que no todas las personas están dispuestas a soportar, llevando en los hombros y cuesta arriba la pesada imagen de la virgen.
Por tal razón, dijo que es importante agradecer al Señor por los testimonios de veneración que se protagonizaron en el lugar.
Asimismo exhortó a los asistentes para que reconocieran una lista inmensa de regalos que Dios ha hecho individualmente a todos los hombres y mujeres. “El Jesús que desde el trigo pascual y durante toda la cincuentena hasta el Día de Pentecostés no ha hecho sino irse desprendiendo de los regalos más hermosos que ha dejado a cada uno como compañero de camino”, indicó Monseñor.
En primer lugar se refirió a la misa y la culminación de su amor al quedarse en el pan y el vino para ser el alimento y acompañante espiritual, representando el más importante de los obsequios , pues “Ese mismo Jesús que se dona por amor, muriendo en la cruz, resucitando glorioso” y proporciona la salvación añorada que había sido perdida por el pecado del hombre.
Sumado a esto, manifestó que el segundo presente que dejó Jesucrusto desde la cruz es a la madre, evidenciado cuando crucificado observó a María y a Juan y les dijo a cada uno: “María, ahí tienes a tu hijo; Juan, ahí tienes a tu madre”.
Así pues, comentó que en Juan están representados todos los hombres y mujeres. Lo que indica el testimonio bíblico descrito es que el mensaje que dejó el hijo de Dios al respecto es que todos tienen una madre para que se dejen amar por ella, que se acerquen a ella, cuenten con ella y caminen juntos el sendero de Jesús.
Finalmente la fiesta religiosa culminó con la bendición de la ciudad desde la cúspide del sitio histórico y con el esparcimiento de rosas rojas por los aires desde un helicóptero que sobrevoló el área desde el inicio de la actividad.
Diario La Costa/ppmt2007.-

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